Encuentro: el centro, mi silencio

La reciente exhibición de Sofía Maldonado-Suárez está diseñada a manera de ritual, titulada Encuentro: el centro, mi silencio, a presentarse en Pública, Santurce, Puerto Rico, comenzando el 12 de septiembre hasta el 6 de octubre de 2024.

Si deseas, puedes pulsar el link abajo para descarga el archivo PDF con más información sobre las obras, línea de pensamiento y lista de precios.

PDF DOWNLOAD

Ritmos de Infinitud:

La Práctica Transformadora de Sofía Maldonado-Suárez

La espacialidad, es decir, la relación con el espacio y el tiempo, es la expresión de nuestra infinitud, la cual se manifiesta a través del sonido y el silencio que organizan nuestros encuentros. Sin embargo, la infinitud no es el "yo" interior, ni el ideal cartesiano fundado en la libertad, y mucho menos el sujeto kantiano que aspira a la superioridad moral a costa de la opresión. La infinitud es cómo nos revelamos en presencia de otros, sin límites temporales o espaciales. Es reconocer e imaginar un espacio-tiempo del que transitamos sin fin, que se extiende indefinidamente. Es la búsqueda del conocimiento, al mismo tiempo que reconocemos la presencia interminable e inabarcable de todos los que nos rodean. 

Sofía Maldonado-Suárez explora estas relaciones en su práctica artística, desafiando las capas de percepción, desentrañando cada una, transformando y dejándose transformar. Después de iniciar su carrera con éxito como muralista, Maldonado-Suárez ha dedicado más de una década a estudiar los espacios y las interacciones, llenando los sitios públicos de color, movimiento y sonido, haciéndolos resonar. En esta nueva fase de su práctica interdisciplinaria, se enfrenta al poder transformador del silencio, lo que la lleva a cuestionar su relación con la historia y el lugar que ocupa su “cuerpo”.

“Encuentro: el centro, mi silencio” es el resultado de una introspección generosa en la que Sofía Maldonado-Suárez busca respuestas a preguntas ontológicas como "¿quiénes somos?", pero no hacia el interior, sino en el espacio común del encuentro. Este encuentro, Sofía lo extiende a su entorno: la isla como sitio del deseo colonial, pero no limitado a la historia, sino proyectado hacia la vida, que, a pesar de la terrible Modernidad que compartimos, se manifiesta resiliente. Parte de su proceso creativo consiste en caminar frente al Mar Caribe o en las montañas de Puerto Rico, no con la intención de aprehender el paisaje, sino de resistirlo y confrontarse con su terrible historia. En la cerámica, Maldonado-Suárez ha vuelto a echar raíces, obligándose a escuchar el pulso de la tierra, reconociendo su vida y su memoria, cuestionando los silencios extractivos de la historia y reflexionando sobre las implicaciones de crear, destruir y re imaginar.

En esta muestra, Sofía nos presenta dos instalaciones que establecen una tensión entre lo material y lo efímero; sin embargo, más que una tensión, es una forma de hacer presentes los ritmos asimétricos de la vida. “Isla Eterna” hace visible la presencia del mar en relación con los árboles y la vorágine transformadora que llamamos humanidad, manifestándose como una oportunidad de cambio en la que podemos reflejarnos. De manera similar, en la instalación “El Centro”, sobre una plataforma de cemento y mediante sahumerios, el humo adquiere corporalidad. Esta obra revela el espacio, haciéndolo visible como una relación en la que entramos al movernos, donde nos encontramos y ajustamos nuestro ritmo al mirarnos unos a otros.

En los últimos dos años, a través de los programas de artistas en residencia de Arquetopia, he tenido el privilegio de encontrarme con Sofía y colaborar con ella en la expansión de su práctica creativa. Enseñando y aprendiendo en un ritmo generoso y simultáneo. En Arquetopia, siempre nos hemos preocupado por el cambio social, y el encuentro con Sofía y su fuerza transformadora en el mundo del arte ha dejado una huella perdurable, sin duda ampliando nuestra misión. La justicia es una canción difícil de entonar, con altibajos y matices a menudo imperceptibles; sin embargo, solo puede cantarse a coro, lo que implica mirar a nuestro alrededor y comprender quiénes nos acompañan. Sofía Maldonado-Suárez canta en este espacio a través del silencio, haciendo visible nuestra infinitud, y Arquetopia la acompaña con orgullo en su generoso viaje. Que esta exposición sirva como un espacio-tiempo en el que no solo nos encontramos y reconocemos, sino también como una invitación abierta a todo aquel que canta a la vida con un ritmo diferente. ¡Enhorabuena!


Francisco Guevara, 

Co-Director de Arquetopia

septiembre de 2024


Rhythms of Infinitude:

The Transformative Practice of Sofía Maldonado-Suárez

Spatiality—meaning the relationship with space and time—is the expression of our infinitude, which manifests through the sound and silence that organize our encounters. However, infinitude is not the "inner self," nor the Cartesian ideal founded on freedom, and even less the Kantian subject aspiring to moral superiority at the expense of oppression. Infinitude is how we reveal ourselves in the presence of others, without temporal or spatial limits. It is the recognition and imagination of a space-time through which we transit endlessly, extending indefinitely. It is the pursuit of knowledge while acknowledging the boundless and unfathomable presence of all those around us.

Sofía Maldonado-Suárez explores these relationships in her artistic practice, challenging layers of perception, unraveling each one, transforming and allowing herself to be transformed. After launching her career successfully as a muralist, Maldonado-Suárez has spent over a decade studying spaces and interactions, filling public sites with color, movement, and sound, making them resonate. In this new phase of her interdisciplinary practice, she confronts the transformative power of silence, prompting her to question her relationship with history and the place her "body" occupies.

“Encuentro: el centro, mi silencio” is the result of a generous introspection in which Sofía Maldonado-Suárez seeks answers to ontological questions such as "who are we?" not inwardly, but rather in the shared space of encounter. Sofía extends this encounter to her surroundings: the island as a site of colonial desire, not confined to history, but projected toward life, which, despite the harsh Modernity we share, manifests itself resiliently. Part of her creative process involves walking along the Caribbean Sea or in the mountains of Puerto Rico, not to grasp the landscape, but to resist it and confront its terrible history. In ceramics, Maldonado-Suárez has rooted herself again, forcing herself to listen to the pulse of the earth, recognizing its life and memory, questioning the extractive silences of history, and reflecting on the implications of creating, destroying, and reimagining.

In this exhibition, Sofía presents two installations that establish a tension between the material and the ephemeral. However, rather than simply creating tension, these works make the asymmetric rhythms of life present. “Isla Eterna” reveals the presence of the sea in relation to the trees and the transformative vortex we call humanity, manifesting as an opportunity for reflection and change. Similarly, in the installation “El Centro,” smoke takes on corporeality on a cement platform through the use of incense. This work reveals space, making it visible as a relationship in which we enter into by moving, where we find each other and adjust our rhythm by looking at one another.

Over the past two years, through Arquetopia's artist residency programs, I have had the privilege of meeting Sofía and working with her to expand her creative practice. We have taught and learned from each other in a generous and simultaneous rhythm. At Arquetopia, we have always been committed to social change, and encountering Sofía and her transformative force in the art world has left a lasting impact, undoubtedly broadening our mission. Justice is a song that is difficult to sing, with highs and lows and often imperceptible nuances; however, it can only be sung in chorus, requiring us to look around and understand who accompanies us. Sofía Maldonado-Suárez sings in this space through silence, making our infinitude visible, and Arquetopia proudly accompanies her on her generous journey. May this exhibition serve as a space-time where we not only find and recognize each other but also as an open invitation to all those who sing to life with a different rhythm. Congratulations!


Francisco Guevara, 

Co-Director of Arquetopia 

September 2024